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10 de julio de 2013

Aprendizaje en Red y en la Red


La educación entendida como conjunto de habilidades, destrezas y saberes ha venido satisfaciendo las necesidades de la sociedad desde la revolución industrial, desde una perspectiva donde lo importante eran los conocimientos y la especialización en un área concreta, donde la vida laboral se centraba en un único trabajo y en un mismo lugar y donde el saber individual era signo de éxito personal y social.

En 1968 el 75% de los conocimientos los teníamos en nuestra cabeza, Hoy ni siquiera llegamos al 10%[Jay Cross]

Pero los cambios sociales de las últimas décadas, amplificados y tal vez originados en parte por la aparición de internet, han supuesto un cambio de paradigma educativo, ya que deja de tener sentido la acumulación de saberes, la suma de conocimientos, el trabajo seguro y permanente durante toda la vida y, como consecuencia, la forma de entender los aprendizajes.

El cambio de paradigma significa el salto cualitativo del conocimiento elaborado por unos pocos expertos, que es transmitido a los demás de forma unidireccional, a la construcción social y colaborativa del conocimiento, entendida como un intercambio multidireccional de habilidades, competencias y saberes, donde se unen y solapan los aprendizajes formal, no formal e informal, donde el conocimiento y el aprendizaje se basan en la diversidad de opiniones, donde cobra singular importancia el proceso de creación y conexión de nodos y fuentes de información y donde el resultado final es la creación del conocimiento a partir de la búsqueda, filtrado y posterior remezcla de conocimientos.

Odio que me enseñen, pero me encanta aprender...[Winston Churchill]

Entonces el rol del docente cambia radicalmente, pasa de ser una fuente transmisora de conocimientos, de ser el centro y controlador de los aprendizajes a ser facilitador, dinamizador e impulsor de escenarios donde el alumnado construya, de forma colaborativa los suyos propios.

Cuando sabíamos las respuestas cambiaron las preguntas[Mario Benedetti]

Así el docente, al asumir diferente papel, requiere adquirir nuevas competencias para las que resulta extraordinariamente útil reflexionar sobre los propios procesos de aprendizaje, las fuentes de información que utiliza, la forma de organizar y filtrar la información, el proceso de generación de nuevos contenidos o los canales de distribución de los mismos para que se pongan al servicio de la comunidad.


Y aquí es donde entra en juego el concepto de Entorno Personal de Aprendizaje (PLE), entendido como el conjunto de herramientas, servicios y conexiones mediante las que se alcanzan estas nuevas competencias. 

Un PLE está diseñado para estimular el aprendizaje a través de la inmersión en una comunidad, y no a través de la presentación de hechos[Steven Downes]

Sobre estos conceptos trabajaremos en el taller “Creación de un entorno virtual personalizado (PLE)” dentro de la propuesta “Educación conectada: la escuela en tiempo de redes” incluida en los cursos para profesorado convocados por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, que se desarrollará en La Coruña entre el 2 y el 6 de septiembre de 2013, coordinada por José Luis Cabello y Carlos Magro y en el que participamos como ponentes, además de los coordinadores: Charo Fernández, Lorena Fernández, Tíscar Lara, David Álvarez, Víctor Cuevas, Julen Iturbe, Antonio Omatos y quien escribe estas líneas.

Podemos seguir el desarrollo del curso, y a sus participantes, en la lista de twitter, mediante el hashtag #REDucación o en el grupo de Diigo donde compartiremos recursos.

Y... hasta que llegue el momento del curso me gustaría dejaros algunos recursos que pueden resultar útiles para adentrarnos en el concepto de PLE y reflexionar sobre nuestros procesos de aprendizaje:


Tendencias emergentes en educación con TIC[José Hernández, Massimo Penessi, Diego Sobrino, Azucena Vázquez (coord)]

Y unos vídeos ilustrativos...




Créditos de las imágenes

9 de junio de 2013

EXCELENCIA, IGUALDAD, EQUIDAD... JUSTICIA


Excelencia.- “Superior calidad o bondad que hace digno de singular aprecio y estimación algo.”

¿Estamos intentando que nuestros centros educativos sean excelentes desde esta perspectiva?

Igualdad.- “Conformidad de algo con otra cosa en naturaleza, forma, calidad o cantidad.”

¿Qué “conformidad” queremos y con qué “otra cosa” queremos que sea conforme?

Equidad.- “Justicia natural, por oposición a la letra de la ley positiva” o bien “Disposición del ánimo que mueve a dar a cada uno lo que merece.”

¿Estamos dispuestos a hacer prevalecer este concepto por encima de la “letra de la ley”? ¿Queremos dar a cada uno lo que se merece?

Justicia.- “Derecho, razón, equidad”

¿Tenemos claro su significado?

En los últimos días he escuchado varias veces estos términos y analizando el contexto en que fueron dichos he percibido que se estaban utilizando si no de manera inadecuada sí de manera sesgada.

Porque ¿seguro que cuando hablamos de excelencia en la educación no nos estamos refiriendo a una educación elitista en la que primen elementos externos a ella?.

Porque ¿respecto a qué queremos igualdad?

Porque ¿nuestras acciones nos permiten acercarnos de  manera inequívoca a través de acciones igualitarias a acercarnos a la excelencia?

Porque, en definitiva, ¿con nuestro quehacer diario procuramos el ejercicio de la justicia y lo consideramos como un objetivo prioritario de la educación?

No veo que se tengan claras las respuestas coherentes a tanto interrogante y, lo que es más triste, no veo demasiado interés en reflexionar sobre ello sino más bien al contrario, creo que hay muchos docentes que “están adelantando” una visión de la educación donde basándose en un igualitarismo sesgado nos olvidamos de la equidad en aras de conseguir una sociedad de “excelencia de unos pocos”.

Desde mi perspectiva estamos en tránsito desde una “educación industrial”, en el sentido de preparar al alumnado para el trabajo, a una “educación social” en el sentido de prepararlo para integrarlo en una sociedad cada vez más rica y compleja en sus relaciones. ¿Estamos haciendo realmente eso? o ¿estamos perpetuando un sistema social basado en clases y en sus relaciones?

Sí tengo claro cuál es el planteamiento de mis actuaciones (dentro del ámbito educativo y fuera de él) pero, insisto, de un tiempo a esta parte me desespera no ser capaz de contagiar con claridad mis planteamientos, y aun todavía más ver que van en contra de una tendencia cada vez mayor que es diametralmente opuesta. Y me estoy refiriendo tanto a mi ámbito cercano como a buena parte de las estructuras del sistema educativo, donde se utilizan de manera profusa estos términos en el discurso, cuando en realidad las actuaciones concretas provocan las más de las veces un distanciamiento de la inclusividad como elemento esencial de la equidad y donde, en aras de la excelencia mal entendida, estamos segregando a buena parte del alumnado con la excusa que los mejor situados también tienen derecho a nuestra atención y a conseguir el máximo posible.

Pero esta desesperanza no puede convertirse en desilusión, hemos de seguir en la línea de trabajo para conseguir una educación basada en la equidad para conseguir la excelencia educativa en el sentido planteado por Miguel Rosa en su blog y como él pienso que se avecinan malos tiempos.

Sin embargo, a pesar de todo, no podemos dejarnos llevar por la inercia, hemos de seguir aunando esfuerzos, procurar implicar a las familias y no olvidarnos que tenemos en nuestras manos un arma muy importante... “la educación es una arma cargada de futuro”.

11 de abril de 2013

APRENDIZAJE Y EMOCIONES. UN ALTO EN EL CAMINO


El pasado fin de semana hemos coincidido en Algeciras más de 200 personas acudiendo a la llamada del EABE13, a costa de nuestro tiempo, escaso y de nuestra economía, aún más escasa. Pero hemos ido con interés, con alegría, casi con ansiedad... ¿Por qué? ¿Cómo es que un evento así es capaz de movilizar personas de lugares tan lejanos, a familias completas, a estudiantes, a docentes de todos los niveles educativos? 

Estos interrogantes no tienen una respuesta única, casi cada uno de los que hemos participado tenemos nuestra propia motivación distinta; pero sí creo que hay algo en lo que coincidimos, nos atrae especialmente el carácter horizontal del encuentro. Cada uno de nosotros tenemos algo que aportar y tenemos algo que aprender, lo que hace que se vaya convirtiendo en un lugar de construcción común del conocimiento, en una comunidad de aprendizaje que va más allá de la suma de aprendizajes individuales. 

Además, ha sido palpable y evidente la concepción del EABE como un cruce de caminos, un lugar en que coincidimos a lo largo de nuestro camino de aprendizaje, un momento en que ponemos cara a nicks, a avatares, a personas que sin conocerlas personalmente las sentimos cerca de nosotros porque estamos en la misma línea de desarrollo personal y profesional. 

Todo esto es así porque EABE no es un momento ni es un lugar, EABE es el camino. Camino que, para mi, comenzó en Carmona en marzo de 2012 y a partir del trabajo de Proyéctate, de #opengamba, #openjamón y #opencastillo me ha llevado a EABE13 como un paso más hacia EABE14 a partir de los proyectos de trabajo planteados. EABE es por tanto solo un hito en el camino, un camino que va más allá del siguiente EABE y que sirve para que vaya más gente sumándose al movimiento, aportando nuevas ideas, nuevos proyectos, nuevas ilusiones, donde de una forma “slow” se van tejiendo nodos de red, de una red cada vez más extensa y más consistente con el único objetivo de mejorar la educación. 

Además de este componente de aprendizaje, en EABE es esencial el componente emocional; quienes son nuevos en EABE se sienten algo sorprendidos por lo mucho que nos abrazamos... Parece como si necesitáramos periódicamente ese contacto físico para mantener nuestros lazos, la mayoría de las veces creados en las redes sociales. Sí, posiblemente también sea ese uno de los motivos que hace al EABE un evento diferente. 

Cualesquiera que sean los motivos que cada uno de nosotros tengamos el hecho es que coincidimos en pensar que "la educación es un arma cargada de futuro".

Imagen gracias a Antonio Sevilla